Nuestra misión va más allá de los números
Durante estos cinco años en lytharexovent, hemos aprendido que cada cliente tiene una historia única. Y es esa historia la que nos impulsa cada mañana a buscar soluciones fiscales que realmente marquen la diferencia en sus vidas.
Valores que vivimos
No son solo palabras en nuestra web
- Cuando María, propietaria de una pequeña empresa textil, nos llamó en pánico porque Hacienda le había notificado una inspección, no le dijimos "tranquila, todo saldrá bien". Le explicamos paso a paso qué significaba cada documento y la acompañamos durante todo el proceso.
- El año pasado, rechazamos un cliente potencial que quería que le ayudáramos con un esquema fiscal que técnicamente era legal, pero éticamente cuestionable. Preferimos dormir tranquilos.
- Cuando detectamos que uno de nuestros clientes habituales podía beneficiarse de una deducción que ni siquiera había solicitado, no esperamos a la próxima consulta. Le llamamos esa misma tarde.
Experiencia construida día a día
Cada situación que hemos resuelto nos ha enseñado algo nuevo. Y esa experiencia acumulada es lo que ponemos al servicio de nuestros clientes cuando más lo necesitan.
Declaraciones optimizadas
Cada una representa horas de análisis minucioso, buscando todas las deducciones legalmente aplicables para maximizar el beneficio de nuestros clientes.
Inspecciones resueltas
Acompañamos a nuestros clientes durante todo el proceso, desde la primera notificación hasta la resolución final, siempre con transparencia total.
Planes fiscales personalizados
Estrategias diseñadas específicamente para cada situación, porque entendemos que no existen dos casos exactamente iguales.
Nuestro compromiso real
Más allá de cumplir expectativas
Hace poco, un cliente me confesó que había estado posponiendo durante meses la llamada para solicitar nuestros servicios porque pensaba que íbamos a juzgar su situación fiscal. Me di cuenta de que, sin quererlo, algunas veces los profesionales creamos una barrera invisible con nuestro lenguaje técnico.
Desde entonces, hemos cambiado nuestra forma de comunicarnos. Explicamos cada concepto como si se lo estuviéramos contando a un familiar. Porque al final, la fiscalidad debe estar al servicio de las personas, no al revés.